lunes, 10 de enero de 2011

Como si las palabras sangraran por mí.

Nunca había sentido tan urgente la necesidad de escribir y escribir a todas horas y en todas partes, pero es como si las palabras sangraran por mí. ¡Qué feo es echar de menos! Y tu versión 2.0 actualizada me dirá, pues no me eches de menos, no me he ido, sólo he cambiado.. Pero yo sé que ya no estás conmigo. Hoy escribía en mi agenda, y me preguntaba si no me echas de menos ni siquiera un poco, si no te acuerdas de mí.. Es que es tan triste pensar que te soy indiferente. A mi Mitad de antes le dolería tanto verme así. Y probablemente pienses que soy una exagerada, sí, porque ahora tiendes a subestimar todo lo que te digo que siento, no sé de dónde demonios has sacado esa innovadora insensibilidad. ¿Quieres que adivine tu primera pregunta cuando sepas de esto? : ¿Otro blog? Y algún que otro chiste sarcástico. ¡Porque vaya humor mordaz! Hay veces que es rabia, y otras una profunda tristeza. Por haberte perdido, por echarte de menos.. No tienes que decirlo, no vas a volver, te conozco bien; pero sentiría que te he defraudado, a ti, a quien en realidad eres en esencia. Y es que ahora más que nunca tomo tres piezas de fruta al día, un vaso de leche por la mañana, otro por la tarde y el resopón. Y el pelo siempre suelto, y cuando me es posible, sonriendo.

Últimamente se me olvida con frecuencia ponerme el corazón porque me pesa demasiado y yo siempre he tenido muy poquita fuerza y nada de valor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario